¿En qué consiste la metodología AICLE o CLIL?

Vamos a explicar en qué consiste la Metodología AICLE o CLIL. El programa de Aprendizaje Integrado de Lengua y Contenidos de otras áreas o materiaAICLE, en inglés Content and Language Integrated Learning CLIL, se utiliza  como sinónimo de inmersión lingüistica.

En definitiva, para entender el  concepto, es una metodología que aplica la lengua extranjera a través de las materias comunes lo que consigue mayor éxito en el aprendizaje de dicha lengua.

Por esta razón cada vez  son más centros educativos los que integran este modelo de educación bilingüe.

Beneficios

Uno de los principales beneficios es que se establece un vínculo entre las diferentes áreas de conocimiento permitiendo además un refuerzo entre las diferentes materias.

Entre otros beneficios de la metodología AICLE o CLIL podríamos destacar los siguientes:

  • Desarrolla las destrezas orales de comprensión, expresión, interacción y mediación.
  • Promueve la atención a la diversidad, con relación a los distintos estilos de aprendizaje y grados de desarrollo competencial del alumnado.
  • Fomenta el aprendizaje interactivo y autónomo del alumnado a través del trabajo cooperativo, promoviendo la creación de aulas abiertas.
  • Facilita el aprendizaje de manera vivencial a través de contextos, situaciones, proyectos, tareas, y todas aquellas propuestas que favorezcan el desarrollo competencial del alumnado.
  • Enriquece el contexto educativo utilizando espacios, recursos y materiales diversos. Con el fin de naturalizar el aprendizaje de una lengua, el libro de texto no constituye la guía de la programación sino que será un recurso más.
  • Implica a toda la comunidad educativa: alumnado, profesorado y familia.
  • Evalúa teniendo en cuenta el progreso del alumnado respetando su grado de madurez y su ritmo de desarrollo cognitivo.

Inconvenientes

Pero no todo son ventajas en este enfoque educativo.

El experto en innovación educativa David Marsh (Mackay Queensland, 1956) cree que el término bilingüismo aplicado a los centros educativos es peligroso porque «genera falsas expectativas en los padres».

La naturalización del proceso de enseñanza-aprendizaje de un idioma en un contexto artificial como es un aula es muy complejo.

Es necesario involucrar a todo el claustro a través de proyectos interdisciplinares cambiando el paradigma del monolingüismo imperante años atrás.

La escasa formación del profesorado en lenguas extranjeras se ha erigido como el principal inconveniente para la evolución y el desarrollo de este nuevo modelo pedagógico.

Para que esto no ocurra, las diferentes consejerías han abierto bolsas extraordinarias de empleo para docentes que deben acreditar un nivel intermedio/alto; requisito mínimo para impartir clase en este tipo de programas.

Es decir, se debe obtener un certificado nivel B2 de inglés, cuarto nivel del Marco Común Europeo de Referencia (MCER) que define los distintos niveles de un idioma establecidos por el Consejo de Europa.

Ruptura con el modelo educativo tradicional

La competencia lingüística del profesorado en inglés es solo una pieza más del puzzle que compone esta nueva “vía rápida” para aprender idiomas en la que se ha convertido la metodología AICLE o CLIL.

En el nuevo modelo educativo, el estudiante deja de ser un sujeto pasivo que solo escucha la clase magistral del profesor, y adopta un rol activo, participando, haciendo, e incluso, en ocasiones, enseñando a sus propios compañeros; incrementando así la curva de aprendizaje y por ende el rendimiento académico, tal y como se refleja en la pirámide de Edgar Dale (1969).

El profesor actúa como guía y facilitador, enriqueciendo la práctica docente a través de una metodología didáctica que promueva la autonomía, favoreciendo así el aprendizaje, desarrollo y adquisición de las competencias claves de una manera comprensiva y significativa.

Si algo define esta nueva forma de aprendizaje de lenguas es su carácter integral, revolucionando así un paradigma obsoleto en el que, tras años de clases de inglés en la enseñanza reglada, los alumnos abandonaban las aulas sin apenas poder pronunciar una frase en ese idioma.

La revolución de la metodología AICLE o CLIL en el aprendizaje de las lenguas ha llegado para quedarse.

O quizás lleva fraguándose siglos, si atendemos a la cita del científico inglés del S. XI Roger Bacon: «El conocimiento de idiomas es la puerta de entrada a la sabiduría».

Otra cita de Flora Lewis: «Aprender otro idioma no es solamente aprender palabras diferentes para las mismas cosas, sino aprender otra manera de pensar acerca de las cosas.»

Imagina un colegio en el que el alumnado aprende inglés de forma natural, interactuando con profesores y compañeros en la lengua de Shakespeare mientras se imparte matemáticas.

Disfrutan del aprendizaje en un proceso de mejora continua en el que participa activamente toda la comunidad educativa.

Esta escuela nueva con métodos de enseñanza revolucionarios, a pesar de parecer utópica, forma parte de una red en la que más de un millón de alumnos reciben enseñanza bilingüe en España, principalmente en inglés.

Aunque todavía hay ciertas dificultades, como decíamos antes la preparación del profesorado, decidir qué contenidos enseñar en esa lengua extranjera, cómo integrarlos en el currículo, cómo insertar el uso de las TIC, entre otras…

Técnicas y estrategias

Son importantes una serie de técnicas y estrategias llevadas a cabo por el profesorado para que este método tenga éxito.

Una estrategia de las más importantes sería el feedback por el que el alumno pueda crear una coherencia en su proceso de aprendizaje y consolidar los contenidos de forma significativa.

La realización de actividades son claves en este método junto con la contextualización de las mismas.

Entre otras estrategias se pueden mencionar los siguientes:

  • Activar conocimientos ya adquiridos por el alumno
  • Contextualizar en su vida cotidiana
  • Dar pistas para resolver un problema
  • Enseñar trucos para memorizar
  • Promover lecturas profundas
  • Usar palabras más sencillas
  • Añadir imágenes en las explicaciones

En definitiva, el profesorado se ha de guiar sobre unas pautas para involucrar al alumno en su proceso de enseñanza-aprendizaje.